
Los estudiantes de la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra, venimos observando con creciente preocupación la presencia de un basurero ubicado en las inmediaciones de nuestra institución.
Aunque no contamos con pruebas concluyentes de una contaminación directa, sí se evidencian situaciones que podrían constituir una amenaza tanto para el ambiente como para la salud. Entre los principales problemas detectados, destaca la proliferación de moscas, una situación sanitaria que afecta directamente las actividades diarias de la escuela y de la comunidad vecina. A esto se suma el deterioro de varias huertas escolares, con plantas enfermas y cultivos afectados, posiblemente por la cercanía del basurero. Este escenario podría estar en contradicción con varias leyes nacionales y provinciales que establecen principios y regulaciones sobre la gestión ambiental y el tratamiento de residuos. En primer lugar, la Ley General del Ambiente (N° 25.675) establece el principio de prevención y precaución, que obliga a evitar cualquier actividad que pueda causar daño al ambiente o la salud, incluso cuando no haya certeza científica. También establece la responsabilidad del que contamina y la obligación de remediar los daños.
En segundo lugar, la Ley Nacional N° 25.916, que regula la gestión de residuos sólidos urbanos, exige que los basureros estén ubicados en zonas que no afecten a la población, ni a las actividades educativas ni productivas. Su objetivo es evitar impactos negativos, como los que estamos observando en nuestras huertas.
Además, la Resolución 185/2021 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible aprueba el “Reglamento Operativo – Obras de Saneamiento y Remediación de Basurales a Cielo Abierto”, estableciendo lineamientos para la gestión adecuada de estos sitios y promoviendo su saneamiento y remediación en todo el país, a nivel local, la Provincia de San Juan cuenta con su propia legislación ambiental, que adhiere a los principios de la Ley Nacional y establece que todo predio destinado a residuos debe contar con autorización, estudios de impacto ambiental y monitoreos periódicos. Además, el Artículo 41 de la Constitución Nacional Argentina consagra el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo productivo, como es el caso de nuestra escuela agrotécnica. Desde este medio escolar, como miembros activos de una institución educativa comprometida con la formación agropecuaria y el cuidado del entorno, queremos hacer un llamado respetuoso a las autoridades municipales para abrir canales de diálogo, nuestra intención no es señalar culpables, sino buscar caminos conjuntos que permitan evaluar esta situación, prevenir mayores daños y proteger tanto nuestra salud como nuestras actividades productivas. Los estudiantes tenemos derecho a aprender en un ambiente seguro y sano, y también tenemos la responsabilidad de alzar la voz cuando algo lo pone en riesgo.
Cuidar la escuela, su entorno y su producción es cuidar nuestro presente y nuestro futuro.