En el corazón del predio de la Escuela de Enología, en la ciudad de San Juan, se vivió una jornada cargada de innovación, tradición y espíritu comunitario durante el 2º Encuentro de Escuelas Agrotécnicas y Agroindustriales. Entre los numerosos participantes, la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra se destacó con una presencia vibrante y memorable que dejó huella en todos los asistentes.


El stand de la Cornelio Saavedra fue, sin duda, uno de los más visitados y elogiados del encuentro. Decorado con elementos naturales, productos elaborados por los estudiantes y una estética que combinaba lo rústico con lo moderno, el espacio transmitía el alma de la escuela: trabajo, creatividad y amor por la tierra. La calidez de los alumnos y docentes que recibían a los visitantes hizo que cada conversación se transformara en una experiencia enriquecedora.



Uno de los proyectos más comentados fue el desarrollo de aceite de jarilla, una planta autóctona de la región cuyana. Este emprendimiento, impulsado por los estudiantes con el acompañamiento de sus profesores, busca aprovechar las propiedades medicinales y cosméticas de la jarilla, promoviendo un modelo de producción sustentable y con valor agregado. El aceite fue presentado en distintas versiones, y su potencial despertó el interés de productores y emprendedores locales.


La escuela también sorprendió con su plataforma de comunicación digital: EACDiario.com. Este diario, creado y gestionado por los propios estudiantes, funciona como un espacio de expresión, información y difusión de las actividades institucionales. Con notas, entrevistas, coberturas de eventos y columnas de opinión, el sitio refleja el compromiso de los jóvenes con el periodismo escolar y la participación ciudadana.

Los dulces de membrillo elaborados en la escuela fueron reconocidos por su calidad y sabor, obteniendo una mención especial en el encuentro. Preparados con fruta cosechada en el propio predio y siguiendo recetas tradicionales, estos productos son el resultado de un proceso educativo que combina saberes técnicos, trabajo en equipo y respeto por las prácticas artesanales.



Y como si todo esto fuera poco, el gran protagonista fue Juanito, el llamo mascota de la escuela, criado desde pequeño por los alumnos. Su presencia atrajo miradas, sonrisas y cientos de fotos. Juanito no solo representa el vínculo afectivo entre los estudiantes y los animales, sino también el compromiso de la institución con la educación agropecuaria integral.

La participación de la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra en este encuentro fue un ejemplo de cómo la educación técnica puede ser innovadora, inclusiva y profundamente conectada con su entorno. Con proyectos que miran al futuro y raíces que honran la tradición, esta escuela sigue sembrando conocimiento y cosechando orgullo.




